Te
voy a querer tantas veces, acompañarte en tantos perfumes de la
primavera; verte amanecer aún siendo de noche, callarte con un beso;
hacer que entonces, todo te dé igual. Que solo seamos tú y yo, y así
pudiéramos firmar en un papel al fin: destino feliz, y ...
y el resto del mundo se me olvidó
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